viernes, 27 de agosto de 2010

S.O.S.

Un llamado lo despertó sobresaltado.

- Hola, no se a donde estoy llamando, no recuerdo nada, solo se que estoy perdido. Este número es lo único que apareció conmigo y supongo que no solo me conocerás, sino que podrás ayudarme. Creo, estoy en problemas y en un lugar que aunque extraño, me parece familiar.
Del otro lado del teléfono, un escalofrío y un temblor volvían estéril cualquier intento de palabra, era su propia voz a quién atendía, pero el miedo y la extrañez del hecho, lo envolvieron en una pesadilla y lo hicieron cortar sin meditarlo.
Volver a conciliar el sueño resultó casi imposible, pero tras haberlo logrado, una vez mas despertó sobresaltado.

Extrañamente esta vez no supo quien era, ni donde estaba, solo un papel estrujado en la mano; un teléfono y un mensaje donde decía, no llame, número equivocado.

Abrilodin

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